01 octubre 2005

UNOS VERSOS DE RAMÓN GARCÍA MATEOS

Frente a lo antes nunca visto [fragmento]


[...]

Fue para mí La Habana un sueño adolescente, con su nombre enhebrado a mitos y delirios que aún vagan en la noche por todos sus rincones,

un sueño era La Habana, ay, Cuba, junto al mar, el mar de la bahía rozando el malecón, palabras que acarician al aire de un requiebro,

a donde yo llegué con el gordo Lezama una dulce mañana de guayaba y abril:

azul en los balcones y allá, en la ciudad vieja, el tiempo suspendido y la Prieta Mamey por la Plaza de Armas, las sierpes gongorinas, la papaya innombrable, ancianos que conjuran la muerte con palabras, azúcar y toronjas, almizcle y ron de caña.

Fue para mí La Habana recorrer El Vedado y acercarme después a la Casa de América,

con la fiel compañía de un gato enamorado, mitad cubano y vasco y mitad catalán,

un gato por sus salas, con Marcia y con Haydée, un gato perezoso entre hermosas muchachas,

cuando todo era aurora, cuando todo era mayo, cuando todo era un beso con pintura de añil.

Habana al mediodía clavada en mi memoria, a punto del derrumbe, orgullo en la camisa guajira de un poeta que fuma adormecido de espaldas a Florida,

Habana sin remedio y el hotel Inglaterra,

un café entre las manos con Nancy Morejón en la arista de un verso,

Habana por mis venas, para el pesar morfina,

ciudad donde la piel se vuelve cataclismo,

ciudad trigueña y huérfana, los muslos de azabache ciñendo mi cintura,

ciudad para el retorno,

ciudad donde es posible morir a media luz.



Ramón García Mateos
De su libro Morfina en el corazón (Talavera de la Reina, 2003,
premio Rafael Morales 2002); reproducido también en su
página
de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.